La tecnología hizo posible la comunicación entre clases de la sede Yerba Buena y alumnos del lycée Salvador Allende de Caen, Francia. La experiencia se realizó el jueves 28 de abril, en un marco de gran expectativa por parte de alumnos y profesores.
La comunicación tuvo lugar en el Sum de secundaria por vía Skype. Participaron de este encuentro virtual, grupos de alumnos voluntarios de diferentes cursos. La coordinación y animación estuvo a cargo de las profesoras Mónica Ponce de León, Alejandra Albornoz y Gabriela Medina Naessens.
Durante 1 hora tuvo como protagonistas exclusivos a los alumnos y alumnas de las dos instituciones. Los deportes, las actividades del tiempo libre, el estilo de música preferido, los hábitos (las comidas, las actividades escolares) ocuparon el centro de la escena en las preguntas en francés y en español, desde ambos grupos. ¿Cómo se llaman?, ¿Qué edad tienen?, ¿Qué desayunaron hoy?, ¿Qué hora es ahí?, ¿Qué tiempo hace? ¿Qué días van al colegio o al lycée? ¿Cuántas horas de clase tiene por día?, ¿Qué deportes practican? ,¿Qué lenguas aprenden? ¿Tienen novio/novia?
Este proyecto de intercambio entre clases se suma a otros que lleva a cabo el área de francés y se enmarca en las celebraciones de la Francofonía que se han propuesto para el corriente año. Comunicar en tiempo real con estudiantes franceses responde a un viejo anhelo del equipo e implica un largo proceso de gestiones realizadas desde fines de 2016. Aprender el francés en situaciones de comunicación auténtica pone a nuestros alumnos y alumnas en acción; desarrolla la curiosidad y la empatía; les exige reutilizar lo aprendido en el aula y aprender nuevas expresiones y palabras; instala la pregunta genuina motivada por el deseo de comunicar; motiva a utilizar diferentes estrategias para hacerse comprender; promueve el respeto por el otro y su cultura. En este contexto el profesor se convierte en verdadero mediador del aprendizaje.
La tecnología pudo esta vez, acercar la imagen de rostros, de posturas y de ambientes lejanos; permitió escuchar otras voces y otros acentos. No faltaron las risas cómplices ni las exclamaciones de sorpresa o de admiración en un ambiente de entusiasmo pleno que les permitió a ambos grupos, descubrir lo maravilloso de la diversidad de lenguas y culturas.
Por cierto y dada la excelente recepción de este proyecto, su continuidad está asegurada y evoluciona hacia otras experiencias de este tipo para nuestros alumnos y alumnas de ambas sedes. El equipo de francés continúa trabajando en esta línea.