Breve Reseña Histórica

 

La historia del Colegio Santa Rosa está íntimamente unida a la Congregación de las Hermanas Dominicas del Santísimo Nombre de Jesús. El antecedente inmediato al surgimiento de la Congregación fue la epidemia de cólera que se abatió en Tucumán en 1886. Este hecho fue cruento especialmente por las condiciones de vida de los sectores más vulnerables de la provincia, especialmente los niños huérfanos. Ante esta realidad de tanto dolor, Elmina Paz de Gallo, alentada por Fr. Ángel María Boisdron, decidió transformar su vivienda en el primer hogar de huérfanos de la provincia.

En forma simultánea a esta acción caritativa este Elmina Paz y su grupo de colaboradoras, intensificó su inquietud espiritual y decidió iniciar un camino de vida religiosa, formando una congregación que asumió la espiritualidad dominicana en la doble dimensión de la vida contemplativa y apostólica. Con el transcurso del tiempo, los hogares de huérfanos se multiplicaron en diferentes ciudades del país y requirieron la fundación de colegios. En la actualidad una red de ocho colegios son coordinados por las Hermanas Dominicas y diferentes grupos de laicos comprometidos con este proyecto educativo pastoral.

Estas instituciones se encuentran en Tucumán (San Miguel y Monteros), en la Provincia de Santa Fe (Rosario, Hersilia y ciudad de Santa Fe), en Santiago del Estero y en Buenos Aires en la ciudad de Haedo. Nuestro Colegio fue fundado en 1902 y en 1922 egresaban las primeras maestras normales nacionales. En 1929 se inauguró el nuevo edificio escolar en la esquina 24 de septiembre y Muñecas, que implicó una gran modernización en la propuesta pedagógica. En 1930 se fundó el Jardín de Infantes, siendo esta institución pionera en la educación inicial de niñas y niños. En la década del 30 el Colegio transitó una fase de institucionalización y solidez en su crecimiento. Hacia 1946 se implementó una segunda modalidad en el nivel secundario, con el Bachillerato que permitía a las mujeres el ingreso posterior a la Universidad. En 1951 el Colegio completó su oferta educativa al incorporar la orientación comercial, de manera que las alumnas podían acceder a tres opciones: magisterio, bachiller y comercial.

Las transformaciones culturales de la década de 1960 y la recepción del Concilio Vaticano II en la Iglesia, provocaron profundos cambios en la vida escolar, adoptando nuevas formas de funcionamiento, acentuando el trabajo en equipo -una verdadera revolución en el aula-, una concepción colegiada de la autoridad y el diálogo como mediación para la construcción de los saberes y del consenso en la convivencia cotidiana. Se implementó una nueva comprensión de la evangelización que asumía la formación religiosa de la mano del compromiso social y político.

En 1965 se creó el consejo estudiantil promoviendo la participación orgánica del alumnado en la vida del colegio.

En 1967 se creó el cargo de Directora de Estudios que constituyó un importante avance en la organización académica del colegio ya que se crearon los departamentos de “materias afines” que fortaleció la renovación pedagógica. También se profundizó la educación en la fe, la renovación litúrgica, los estudios bíblicos impulsados por el Concilio Vaticano II.

A esto se sumó un fuerte compromiso social de docentes y alumnas, en las villas miserias suburbanas, cuyos pobladores sufrían las consecuencias de los cierres de los ingenios azucareros.

A esto se sumaron la intensificación de los viajes de estudios y las propuestas extraprogramáticas que complementaban la formación académica con la dimensión artística.

Hacia 1970 la reforma educativa nacional provocó la separación de la formación docente del nivel medio, por lo que el ciclo del Magisterio fue reemplazado por los bachilleratos especializados en distintas orientaciones. En nuestro colegio se implementó el Bachillerato Físico -Matemático y el Humanístico con formación docente y se creó el Profesorado para la enseñanza primaria en 1971. A mediados de la década de 1980 se creó el Gabinete de Informática que provocó una revolución tecnológica de la Institución y progresivamente la implementación de las TICS en el aula.

Desde principios de 1990, el colegio vivió un cambio generacional en las religiosas que asumieron la conducción, que trajo aparejado una renovación en las concepciones teológicas y organizacionales. A esto se sumó en 1994 la implementación de la Ley Federal de Educación y el Colegio vivió un profundo proceso de actualización y revisión del proyecto educativo.

Hacia el año 2001, luego de la renovación del Nivel Inicial y de la Educación General Básica (EGB) se realizó la renovación de la Educación Polimodal definiendo las modalidades de Humanidades y Ciencias Sociales, Economía y Gestión de las Organizaciones y Ciencias Naturales.

En el año 2001 se inauguró el sector deportivo del Campus de Yerba Buena, intensificando la propuesta deportiva y de vida al aire libre.

Luego de un proceso de elaboración colectiva junto a representantes de los ocho colegios de la Congregación, en 2002 se publicó el Ideario Educativo Pastoral de las Hermanas Dominicas, que inspiró un proceso de identificación de la propuesta educativa con la tradición cristiana y dominicana. En el 2007 se inauguró el Nivel Inicial de la Sede Yerba Buena con la modalidad de coeducación, dando un salto cualitativo a la tradicional impronta de educación femenina del colegio. En un proceso paulatino de creación de niveles educativos, se inició la educación secundaria en la nueva Sede en el año 2014.

La nueva modalidad de coeducación impulsó la transformación en la antigua Sede Centro, implementándose la misma a partir del año 2013.

En la actualidad el centenario Colegio Santa Rosa, asume el desafío de ser una institución con dos sedes en dos ciudades diferentes, experiencia de alto impacto en las prácticas educativas con fecundos procesos de intercambio. En 2018 se creó una cuarta modalidad en la Sede Yerba Buena, la de Comunicación, Arte y Diseño, enriqueciendo así la propuesta del ciclo orientado.