Eje ESI

Concebimos la educación como un proceso complejo que implica el desarrollo de todas las potencialidades de la persona, su crecimiento, sus vínculos, su sociabilidad, la intelectualidad, la relación con la naturaleza y con Dios.

La sexualidad humana impregna esta multiplicidad de relaciones, a través de ella se expresa y realiza el misterio integral de la persona, ya que la sexualidad es una dimensión constitutiva de la persona humana y por lo tanto su desarrollo pleno repercute en el proceso formativo de los estudiantes.

Tenemos la convicción que abordar un proceso educativo sin incluir con seriedad esta dimensión, sería proyectar un plan con ausencias que jamás podríamos subsanar.

 

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La educación de la sexualidad no consiste en acciones especiales y limitadas, sino en una propuesta progresiva en donde la familia asuma su responsabilidad formativa en la vida cotidiana, en mutua colaboración con el Colegio. En la familia se desarrolla la dimensión comunicativa de la persona y su elemento de expresividad es la sexualidad. Es en la familia donde se descubren y aprenden las formas básicas de la vida social.

El trabajo institucional incluye el acompañamiento de equipos externos, especializados, multidisciplinares, como así también la conformación de equipos de profesionales pertenecientes a nuestra institución, con formación específica sobre estas temáticas.

 

Buscamos favorecer procesos de aprendizaje que estimulen la autoestima, la maduración psico-afectivo-sexual, permitiendo la progresiva integración personal, la vivencia de relaciones que promuevan la comunicación enriquecedora con los demás y la experiencia del amor que impregna actitudes de respeto, libertad y profunda felicidad. “La valoración del propio cuerpo en su femineidad o masculinidad es necesaria para reconocerse a sí mismo en el encuentro con el diferente. De este modo es posible aceptar gozosamente el don que nos ha hecho Dios creador”[1].

En este sentido adherimos a la Ley Nacional 26.150, que establece la obligatoriedad para todas las escuelas de nuestro país, de impartir un Programa Integral de Educación Sexual desde el nivel inicial hasta el nivel superior no universitario. Según esta ley, cada escuela debe adaptar la propuesta a su realidad sociocultural, a su Proyecto Educativo Institucional y a su Ideario, de manera gradual y progresiva. La importancia de esta ley radica en el reconocimiento de la educación sexual como un derecho, y a los niños y adolescentes como sujetos de ese derecho. Nuestra programación curricular se basa en los aportes de la sociología, epistemología, psicología, pedagogía y la teología. Teniendo en cuenta las contribuciones de estas áreas del saber y buscando impregnar el PEI con la espiritualidad dominicana, el colegio actualiza permanentemente la programación curricular sobre educación sexual integral.

[1] Papa Francisco. Amoris Laetitia. Roma, 19 de marzo de 2016.

 

Nuestra propuesta formativa abarca los contenidos curriculares de áreas tales como Ciencias Naturales, Formación Ética y Ciudadana, Catequesis, Historia, Literatura, Educación Física y Tutoría. Además, incluye actividades entre las que se destacan: ciclos de conferencias, talleres, convivencias, retiros espirituales, entre otros. De este modo, aceptamos el desafío de “la necesidad de un lenguaje nuevo y más adecuado, al presentar a los niños y adolescentes el tema de la educación en la sexualidad”[1].

Las acciones desarrolladas en el marco de este proyecto están coordinadas por un equipo interdisciplinario de profesionales que conforman la Comisión de Educación Sexual Integral de nuestro Colegio. Dichas acciones no están sólo destinadas a alumnos sino también a padres y docentes, generando espacios de formación y reflexión según las necesidades y características propias de las etapas evolutivas que atraviesan los diferentes grupos.

[1] Papa Francisco. Amoris Laetitia. Roma, 19 de marzo de 2016.