Eje Ecología y Medio Ambiente

Si “los desiertos exteriores se multiplican en el mundo porque se han extendido los desiertos interiores”, la crisis ecológica es un llamado a una profunda conversión interior, afirma el Papa Francisco en la Carta Encíclica sobre el cuidado de la casa común, Laudato Si. Es tan profundo e intenso este llamado que “vivir la vocación de ser protectores de la obra de Dios es parte esencial de una existencia virtuosa, no consiste en algo opcional ni en un aspecto secundario de la experiencia cristiana”.

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A nivel mundial, la vigencia y actualidad de la problemática medio ambiental es indiscutible. El calentamiento global del planeta y las múltiples consecuencias de este fenómeno afectan la vida de miles de seres humanos, al alterar no sólo el clima sino también las posibilidades de aprovechamiento de los recursos naturales. Nos preguntamos: ¿cuáles son los costos ecológicos y sociales del crecimiento económico que como individuos y sociedades buscamos permanentemente?

En la realidad concreta de nuestra provincia, que en su reducida geografía incluye una sorprendente variedad de ambientes desde los biomas áridos de alta montaña a la fértil llanura, pasando por las exuberantes selvas y los bellos bosques montanos, podemos reconocer también preocupantes señales de la problemática ambiental. Tucumán, provincia generadora de agua, posee una economía fuertemente dependiente de la agricultura, de algunas agroindustrias y en menor medida de la ganadería. Por ello las modificaciones del medio ambiente mundial pueden afectarla considerablemente al causar, por ejemplo, alteraciones climáticas[1]. La explotación descontrolada de las especies arbóreas que se produce hace décadas en nuestra región ha provocado una importante reducción de la superficie boscosa, el desplazamiento de especies hacia zonas más altas y el consiguiente riesgo de extinción.

Nuestra vocación dominicana nos convoca a vivir el estudio orientado a la misión[2]. Para nosotros, el estudio no puede reducirse a un entrenamiento de la mente; es la transformación del corazón humano[3]. En relación a la educación ambiental, como educadores estamos convencidos de la necesidad de asumir un compromiso auténtico y explícito en relación a la formación de nuestros alumnos en la responsabilidad de proteger nuestro medio natural para el beneficio de las generaciones presentes y futuras.Por ello, en nuestras prácticas educativas no queremos brindar sólo información y conocimiento, sino la sabiduría del destino último de la humanidad, es decir del Reino de Dios[4]. Esta sabiduría, que consiste en una lúcida conciencia de la gravedad de la crisis ecológica necesita traducirse en nuevos hábitos[5] que conforman un estilo de vida superador de actitudes individualistas.

Entendemos la educación ambiental desde la perspectiva de una ecología integral que incorpora claramente las dimensiones humanas y sociales[6] .  Ya no es posible seguir sosteniendo la noción de un “equilibrio ecológico”, por el cual los ecosistemas naturales mantienen sus parámetros dentro de ciertos rangos, gracias a mecanismos internos que corrigen las desviaciones existentes; resulta evidente que la capacidad de los ecosistemas para regenerarse no es ilimitada. Los problemas ambientales no pueden explicarse sin aludir al contexto humano,ya que “no hay dos crisis separadas, una ambiental y una social, sino una sola y compleja crisis socio –ambiental”[7]. El equilibrio que debemos recuperar no es sólo el ecológico, sino también “el interno con uno mismo, el solidario con los demás, el natural con todos los seres vivos, el espiritual con Dios”[8].

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[1] González, Juan y Minetti, Juan. “Probables efectos del Cambio Global en la provincia de Tucumán”, Cuadernos de Medio Ambiente n° 6. Gobierno de la Provincia de Tucumán, 2001.
[2] Ideario Educativo Pastoral, n° 20. Hermanas Dominicas del Santísimo Nombre de Jesús.
[3] Fr.Radcliffe, Timothy, El manantial de la esperanza: el estudio y el anuncio de la Buena Nueva. 21 de noviembre de 1995.
[4] IEP, n°27.
[5] Laudato si 209
[6] Laudato si 137
[7] Laudato si 139
[8] Laudato si 210

 

  • Aula a cielo abierto:

Nuestra sede Yerba Buena, ubicada en el pedemonte de la Sierra de San Javier, cuenta con amplios espacios verdes que posibilitan la realización de actividades de aprendizaje acerca de la estructura y dinámica poblacional, la biodiversidad de las comunidades, la observación de sucesiones ecológicas y de relaciones intra e interespecíficas, la investigación del comportamiento de especies animales, y el ciclo de vida de las especies arbóreas que se desarrollan en el predio, la elaboración de compost a partir de desechos orgánicos, la determinación de la biomasa, como así también fenómenos tales como la erosión y la contaminación, entre otros estudios vinculados al conocimiento del funcionamiento de los sistemas naturales.


  • Áreas Protegidas:

La proximidad a diversas áreas protegidas: Parque Municipal Percy Hill, Reserva Experimental Horco Molle, Parque Universitario Sierra San Javier favorece el contacto cercano con proyectos de investigación y conservación de la biodiversidad y la investigación de campo a través de visitas organizadas a tal fin.


  • “Aquí nadie se rinde”- Proyecto para el tratamiento de los residuos:

Consideramos central conectar el aula con el mundo circundante: la provincia, la región, el país. Nos proponemos aportar a la formación política y ciudadana de nuestros estudiantes promoviendo el desarrollo de saberes y capacidades para asumir una actitud crítica y comprometida sobre problemas socialmente relevantes vinculados con el equilibrio ecológico y el cuidado del ambiente, desde una perspectiva integradora que incluya diversas miradas: científica, social, histórica, política, económica. Por ello trabajamos en forma coordinada con la organización “Aquí Nadie se Rinde”, integrada por recolectores de residuos sólidos urbanos que luego separan para su posterior reciclado.


  • Uso racional de los recursos materiales y energéticos

Queremos concientizar a todas las personas que integran nuestra comunidad educativa acerca de la importancia del uso racional de recursos materiales y energéticos, y cómo las pequeñas acciones cotidianas inciden en el logro de un estilo de vida más respetuoso del medio ambiente.


  • Concurso de Fotografía

A partir de 2017, la realización del Concurso de Fotografía plasma en imágenes las miradas de nuestros alumnos sobre la relación naturaleza – persona. En 2018, bajo el lema “Yo te cuidaré” quisimos hacer foco en el compromiso concreto de muchos niños, jóvenes y adultos de nuestra institución. (fotos participantes en el concurso 2017 y 2018).


  • Articulación con Instituciones de cuidado de la salud

La vinculación con instituciones del medio en las áreas de cuidado de la salud, investigación científica, conservación de la biodiversidad, etc. permite a nuestros alumnos conocer el campo de desarrollo profesional de las distintas disciplinas incluidas en las ciencias naturales.